El término «piel sensible» aparece cada vez con más frecuencia en la literatura científica. Es primordialmente una afección subjetiva con una etiología aún no definida. Es probable que haya varios factores que contribuyen a la piel sensible:
- Factores del sujeto: edad, sexo y origen étnico
- Factores culturales: hábitos personales y productos específicos
- Factores ambientales: calor, frío, humedad y sequedad.
¿Es la piel sensible solo una condición femenina?
Se suele pensar que la piel sensible es una afección exclusiva de las mujeres. Algunos estudios anteriores reportaron una diferencia en relación al genero en la proporción de la población que piensa que tiene piel sensible.
% de mujeres y hombres que refirieron haber sentido piel sensible
En un estudio epidemiológico sobre autopercepción de piel sensible en una gran población de 1039 individuos (sin ninguna selección basada en ningún criterio relacionado con la piel sensible), con cuestionarios.
En este estudio, no hubo diferencias significativas en ningún grado de sensibilidad para la pregunta general o la cuestión de si pensaban tener piel sensible en el cuerpo. En relación a la piel sensible en la cara, había una proporción de hombres significativamente más elevado que afirmaban que la piel de su cara no era sensible y una proporción significativamente más reducida que afirmaban que su cutis era más sensible. Un porcentaje significativamente más elevados de hombres afirmaban no tener piel sensible en el área genital y un porcentaje más reducido afirmó que la piel de esta zona era moderadamente o muy sensible.2
¿Hay diferencias étnicas en relación a la piel sensible?
Los estudios que han evaluado una posible influencia del origen étnico en las propiedades estructurales, biomecánicas y fisiológicas de la piel normal se han centrado principalmente en las diferencias entre las pieles blancas y negras, pero en los últimos 30 años también han considerado los tipos de piel asiáticos e hispanos. Por ejemplo, en comparación con los euroamericanos, se ha constatado que los afroamericanos tienen un mayor número de capas de estrato córneo, una mayor resistencia a la abrasión con esparadrapo, un mayor contenido de lípidos y una piel más elástica en los puntos expuestos al sol.5
En el estudio de epidemiología anterior, no se encontraron diferencias étnicas cuando se preguntó a hombres o mujeres sobre la piel sensible en general o sobre la piel sensible del rostro y el cuerpo.2
Como se muestra en la Figura 1, un porcentaje significativamente mayor de mujeres que de hombres respondieron que buscan afirmaciones de resultados positivos en relación con la piel cuando compran productos para el cuidado de la piel. Cuando los grupos étnicos se consideraron por separado, un porcentaje significativamente más alto de mujeres blancas buscaron afirmaciones de resultados positivos en relación a la piel en comparación con los hombres blancos. La diferencia también fue significativa en la población asiática a pesar de los bajos números de sujetos asiáticos. Las diferencias no fueron significativas para las poblaciones afroamericana o hispana.2
Para examinar las posibles variaciones étnicas en la percepción de la piel sensible, se realizó una encuesta epidemiológica en 2009 en el área de San Francisco con aproximadamente 800 entrevistas telefónicas.
El 36 % de las mujeres afroamericanas, el 31 % de la población total, el 28 % de los asiáticos y el 27 % de los euroamericanos refieren tener piel sensible, sin diferencia estadística. Los asiáticos y euroamericanos presentan una mayor prevalencia de reactividad cutánea al viento y a cambios bruscos de temperatura.6
El 42,6 % de las mujeres asiáticas con piel sensible informaron sensación de prurito recurrente en la cara en comparación con el 33,8 % de la población de piel sensible en general. Mientras que el 58,3 % de toda la población de pieles sensibles informó que no sufría de enrojecimiento facial recurrente, esta frecuencia llegó al 70,8 % de las mujeres afroamericanas con piel sensible.6
Una comparación de los grupos étnicos dentro de la subpoblación de piel sensible (420 mujeres) reveló que los afroamericanos reaccionaron menos a la mayoría de los factores ambientales (viento, frío, cambios bruscos de temperatura, contaminación del aire, sol) y a las bebidas alcohólicas. Menos euroamericanos evitaron ciertos cosméticos debido a la reactividad de la piel, pero reaccionaron más al viento. Los asiáticos sufrieron con mayor frecuencia prurito recurrente en la cara y presentaron una mayor reactividad al viento y a los alimentos (especias, alcohol). Los hispanos reaccionaron menos al alcohol.6
Ampliación
Los 5 puntos clave de este estudio epidemiológico de 2010
Una proporción similar de participantes hombres y mujeres afirmaron tener piel sensible en general y piel sensible en el cuerpo.
- Una proporción significativamente más reducida de hombres afirmaron tener piel sensible en el área genital.
- Las respuestas que afirmaban tener piel sensible eran menos graves en los hombres que entre las mujeres.
- Había algunas diferencias entre las razones que los hombres y las mujeres escogieron por las que pensaban que tenían piel sensible, con una proporción significativamente más reducida de hombres mencionando signos visuales de irritación de la piel causada por productos usados y una proporción significativamente más elevada achacándolo a la fricción o al contacto.
- A pesar de que las proporciones de hombres y mujeres que afirman sufrir un cierto grado de piel sensible son similares, los hombres tendían menos a afirmar que eligen productos por esta razón.
Variaciones étnicas en la percepción de la piel sensible
- No hay diferencia estadística entre los grupos étnicos en términos de prevalencia de piel sensible.
- Los euroamericanos se caracterizan por una mayor reactividad de la piel al viento y tienden a ser menos reactivos a los cosméticos.
- Los afroamericanos presentan una disminución de la reactividad de la piel a la mayoría de los factores ambientales y una menor frecuencia de enrojecimiento facial recurrente.
- Los asiáticos parecen tener una mayor reactividad cutánea a los alimentos picantes, a los cambios repentinos de temperatura y al viento, y tienden a sufrir prurito con más frecuencia.
- Los hispanos presentan una menor incidencia de reactividad cutánea al alcohol.
- Las diferencias en la piel sensible entre grupos étnicos afectados principalmente factores de reactividad cutánea y, en menor medida, su sintomatología.