Cómo proteger a niños y adolescentes de la exposición a la radiación UV

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  • May. 2022
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El conocimiento sobre los riesgos de la exposición a la radiación UV no es uniforme de una persona a otra.
Algunas personas con piel oscura creen que la fotoprotección no es esencial.
Es obvio que se precisa de una orientación y un asesoramiento más específicos sobre fotoprotección, en particular entre los menores de edad.1

¿Qué ocurre con la piel de niños y adolescentes?


La radiación solar tiene unos efectos biológicos más pronunciados en la piel de niños y adolescentes que en la de los adultos. La piel del niño, en particular hasta la edad de los tres años, presenta una menor concentración de melanina protectora y un estrato córneo más fino, que permite que la radiación UV penetre de forma más profunda, provocando así fotodaño.2,3

No obstante, la dosis eritematógena mínima de radiación UVB en niños y adolescentes ha resultado ser similar a la de los adultos.4

La epidermis de los niños pequeños es fina; la capa de células basales es relativamente rica en células madre.
La radiación UV puede alcanzar fácilmente las papilas y los capilares dérmicos, lo que puede favorecer la fotoinmunosupresión e inducir la mutagénesis.4

En recién nacidos, se ha demostrado que la capacidad de desarrollar pigmentación (bronceado) tras la exposición a la radiación UV se produce en los primeros dos meses (de 30 a 45 días) de vida.5
La mayor vulnerabilidad de la piel de los niños y adolescentes a los efectos de la exposición a la radiación solar indica que estos y sus progenitores deben recibir una orientación adecuada sobre fotoprotección, con independencia de su tipo de piel.



¿Qué hay de la exposición a la radiación UV?


La exposición a la radiación UV durante la infancia es crucial para el aumento del riesgo de padecer cáncer de piel más adelante en la vida.

Haber sufrido alguna vez un eritema solar en la infancia prácticamente duplica el riesgo de desarrollar melanoma cutáneo en la edad adulta.6

Los niños y adolescentes pasan una media de 1,5 a 5,1 horas diarias al aire libre.7
El uso regular de un protector solar con un FPS de al menos 15 durante los primeros 18 años de vida puede reducir un 78 % la incidencia del carcinoma basocelular y del carcinoma epidermoide.1
Se ha estimado que al llegar a los 18 a 20 años, cualquier persona habrá recibido del 40 % al 50 % de la exposición acumulada la radiación UV hasta los 60 años.8



¿Cómo proteger a niños y adolescentes de la exposición a la radiación UV?



¿Qué hay de la orientación sobre la fotoprotección?


Pueden fomentarse distintas formas de orientación:1

  • Las campañas de salud pública orientadas a los niños y adolescentes y a sus progenitores o tutores.
  • Los programas escolares son vitales para ampliar el conocimiento de niños y adolescentes sobre fotoprotección, modificar su percepción del carácter saludable del bronceado y su intención de mantenerse a la sombra al aire libre. También pueden organizarse actividades orientadas a la familia para inculcar conductas de protección solar en el hogar.
  • Los programas por edades de concienciación sobre las consecuencias perjudiciales de la exposición al sol sobre la apariencia física, por ejemplo, a través de actividades artísticas y de dramatización que favorecen la participación activa, parecen ser más eficaces a la hora de inducir cambios de actitud y comportamiento.
  • Las estrategias para orientar a niños más mayores y adolescentes pueden requerir el uso de Internet y la implicación de especialistas familiarizados con el lenguaje juvenil, con los que puedan sentirse identificados (p. ej.: la aplicación My UV Patch12).

Los médicos generalistas y los pediatras gozan de una situación privilegiada para fomentar la protección solar, puesto que ven a los niños y adolescentes y a sus familias con regularidad.
Debe transmitirse un mensaje claro acerca de que ser atractivo y estar sano no significa estar moreno, así como presentarse alternativas estéticas.
Debería informarse sobre los efectos secundarios de las cabinas de bronceado, así como restringirse el acceso a los menores (los menores de 18 años ya tienen prohibido acceder a los salones de bronceado en numerosos países europeos, como Francia, Alemania y el Reino Unido).1

Bibliografia

  1. Cestari T, Buster K. Photoprotection in specific populations: Children and people of color. J Am Acad Dermatol. 2017 Mar;76(3S1):S110-S121.
  2. Stamatas GN, Nikolovski J, Luedtke MA, Kollias N, Wiegand BC. Infant skin microstructure assessed in vivo differs from adult skin in organization and at the cellular level. Pediatr Dermatol. 2010;27:125-131
  3. Volkmer B, Greinert R. UV and children’s skin. Prog Biophys Mol Biol. 2011;107:386-388.
  4. Cox NH, Diffey BL, Farr PM. The relationship between chronological age and the erythemal response to ultraviolet B radiation. Br J Dermatol. 1992;126:315-319.
  5. Mack MC, Tierney NK, Ruvolo E, Stamatas GN, Martin KM, Kollias N. Development of solar UVR-related pigmentation begins as early as the first summer of life. J Invest Dermatol.2010;130:2335-2338.
  6. Dennis LK, Vanbeek MJ, Beane Freeman LE, Smith BJ, Dawson DV, Coughlin JA. Sunburns and risk of cutaneous melanoma: does age matter? A comprehensive meta-analysis. Ann Epidemiol. 2008;18:614-627.
  7. Wright CY, Reeder AI. Youth solar ultraviolet radiation exposure, concurrent activities and sun-protective practices: a review. Photochem Photobiol. 2005;8:1331-1342.
  8. Green AC, Wallingford SC, McBride P. Childhood exposure to ultraviolet radiation and harmful skin effects: epidemiological evidence. Prog Biophys Mol Biol. 2011;107:349-355.
  9. American Academy of Pediatrics. Sun safety: information for parents about sunburn and sunscreen. Available from: https://www.healthychildren.org/English/safety-prevention/at-play/Pages/Sun-Safety.aspx.
  10. Criado PR, Melo JN, Oliveira ZN.Topical photoprotection in childhood and adolescence. J Pediatr (Rio J). 2012 May;88(3):203-10.